A dios no se le escapó ningún detalle.
El cielo, a través de la lluvia
vive el punto grandioso de contacto con la tierra
en un encuentro fecundo que es remanso para vida
Da el color a los prados, y latidos a todas las criaturas
El cielo y la tierra están fundidos en un abrazo ocasional,
destilando sudor en forma de gotas intermitentes y profusas.
Creando cauces húmedos para las hojas resecas dispersas
despojando a los techos de sus silenciosos protagonistas
acercando a las parejas que bajo su excusa se intentan abrazar.
disfrazando y encubriendo las lágrimas de los que lloran.
martes, 15 de septiembre de 2009
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