domingo, 20 de septiembre de 2009

QUIMERA

Así como los girasoles se inclinan hacia el sol
y existen a partir de sus rayos,
de igual modo mi corazón tiende hacia ti
y se nutre de tus besos.
Nunca se puede tener certeza de la vida y de las cosas,
para cuando abres los ojos suelen haberse convertido en otra cosa.
La realidad no es tan solo lo que objetivamente vemos
sino también aquello que eludimos,
por eso cuando la verdad se insinúa
debe ser siempre motivo de alegría,
pero es preciso mirar las heridas para dar
con su más profundo sentido.
Entonces si la potencia de la ilusión gravita
precisamente en no realizarce jamás,
todo ha de estar bien,
sólo fui yo quien quiso soñar.

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